Típica "peli" de catástrofes, en esta ocasión inspirada en hechos reales, el desastre ocurrido en la plataforma petrolífera DEEPWATER HORIZON (de ahí el título original) en 2010.
Así que nos encontramos con los habituales elementos de este tipo de cintas: los empleados de la plataforma que no dejan de avisar de que de seguir el camino que se lleva podría ocurrir un desastre; los directivos de la compañía que para abaratar costes se saltan algunos de los controles y minimizan el alcance de las "supuestamente" pequeñas averías de la plataforma; y como no, el inminente desastre cuando se comprueba que los primeros tenían razón.
El realizador Peter Berg trata de ser lo más realista posible y ser respetuoso con la historia real, de ahí que salvo ese inicio en el que se nos presenta la vida hogareña del personaje de Mark Wahlberg, que incluye una estupenda y muy divertida escena en la que su hija (Stela Allen) lee una redacción en la que explica en que consiste el trabajo de su "papa", no se recree en historias personales y subtramas de relleno pata ir directamente al conflicto.
Así la mayor parte del metraje consiste en las continuas discusiones entre los que piensan que en las condiciones en que se encuentra la plataforma no deberían saltarse determinadas pruebas, facción encabezada por un magnifico Kurt Russell, secundado por unos correctos Mark Walhberg y Gina Rodriguez. En el lado contrario tendremos al siempre estupendo John Malcovich en un papel de "cabronazo sutil" que le viene como anillo al dedo.
Lo mejor de esta parte son, como no, los diferentes juegos y enfrentamientos actorales: Russell vs Malcovich, Malcovich vs Wahlberg... sólo lastrados parcialmente por los excesivos tecnicismos de sus conversaciones. La pega es que esta parte se alarga demasiado, ya sabemos lo que va a ocurrir y quién tiene razón así que no hay lugar para la sorpresa.
Y lógicamente para el final Berg se reserva la catástrofe: la explosión; los intentos de evacuación; los rescates heroicos e incluso algún enfrentamiento entre quién trata de lanzar la señal de auxilio a las primeras evidencias de desastre y los que, aun siguiendo el dictado de la compañía, se empeñan en minimizar las causas de las primeras explosiones.
Y aquí es cuando la cinta puede provocar algún conflicto de apreciación entre los que esperen ver una recreación de un hecho real y los que esperen una cinta de catástrofes al uso.
Pues bien, ya aviso que anda mucho más cerca de la primera opción. Y si bien es verdad que la cinta tiene todos los elementos de una cinta catastofista estos están mostrados con todo el realismo posible, evitando esas escenas superespectaculares, e imposibles, que provocan la diversión, y la hilaridad en el espectador, buscando más la tensión por la vía realista.
Para potenciar esa realidad la cinta arranca y finaliza con grabaciones reales del proceso que tuvo lugar tras el incidente, en el que podemos ver el aspecto real de los personajes interpretados por los actores.
En definitiva, una cinta irregular pero entretenida, con un buen reparto (a los ya mencionados destacar también a Ethan Suplee y Kate Hudson) y una correcta realización, que gustara bastante a aquellos que disfrutan con las recreaciones de hechos reales pero a la que le falta algo de espectacularidad para aquellos que esperen una cinta de catástrofes.
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