miércoles, 7 de agosto de 2013

TRANCE + 360 JUEGO DE DESTINOS

     El programa doble del Cinestudio D´or de esta semana nos trae las ultimas obras de dos reputados realizadores: Danny Boyle y Fernando Meirélles. Desgraciadamente ninguna de ellas responde a sus posibles expectativas.

TRANCE de Danny Boyle

     James McAvoy, que trabaja en una casa de subastas de obras de arte, nos explica brevemente como han cambiado los robos y las medidas de seguridad en estos lugares. Acto seguido asistimos al asalto para hacerse con un valioso cuadro en el que McAvoy es cómplice, y además se guarda un as en la manga pues su plan es quedarse con la obra para él solo. Pero durante el golpe recibe un fuerte golpe en la cabeza que lo deja inconsciente y sin posibilidad de escapar con el botín. Poco después los demás ladrones descubriran que no tienen el cuadro y que, para complicar más las cosas, McAvoy sufre de amnesia selectiva y no recuerda que ha hecho con el cuadro.
     Hasta aquí un thriller variante "robos (im)perfectos". La novedad, y en principio nota de interés, es que para tratar que el protagonista recuerde se recurre a una hipnotista que lejos de solucionar las cosas las complicara aun más.

     Y es que el problema de la cinta es precisamente ese, que en su afán de dotar de complejidad la historia se olvidan de la lógica. No puedo hablar de las muchas incongruencias que tiene la cinta sin desvelar algunos de los giros (y trampas), con especial atención al triple salto mortal hacia atrás que reserva para el final, que se guarda la película así que me limitare ha hacerme eco de algunos de los fallos que me impidieron entrar en la trama sin revelar ninguno de ellos:

     - ¿Cómo es que después del robo en ningún momento aparece en casa de McAvoy un policía, o al menos alguien de la compañía de seguros, para interrogarle sobre el mismo?
     - Vale que durante el caos inicial la gente salga en desbandada y sin control del museo, pero que McAvoy después de pasar un rato inconsciente atraviese el museo y salga de allí sin que nadie se percate ya me parece demasiado, por no hablar del hecho de todo lo que descubrimos que hace después... (y hasta aquí puedo leer).
     - ¿Por qué el medico de McAvoy le da al personaje de Cassel toda la información sobre el estado de salud del primero (¿no se supone que esta es confidencial?) e incluso le habla de la posibilidad de la terapia de hipnosis y le recomienda una lista de terapeutas a él antes de hablar con su paciente?
     - Si los "malos" han decidido recurrir a un hipnotista es porque, se supone, creen el poder de la hipnosis (¿es lógico pensarlo no?). Por ello se me hace muy difícil creer que se dejen hipnotizar siguiendo una absurda teoría del personaje de Dawson... y todavía más que lo hagan en grupo sin que nadie controle que esta pueda aprovechar la situación para cualquier cosa.

     En definitiva: aburrida, tramposa, incoherente y absurda. Y para colmo desaprovecha de manera alarmante a su trio protagonista que poco pueden hacer con unos personajes que van cambiando en función del giro argumental del momento.

360 JUEGO DE DESTINOS de Fernando Meirélles

     Una cinta al estilo VIDAS CRUZADAS de Robert Altman que desarrolla las historias de varios personajes que de manera más o menos directa se irán cruzando o mezclando.

     Como suele pasar en este tipo de cintas se mezclas relatos de cierto interés con otros bastante superficiales lo que provoca que el interés durante la proyección sea bastante variable, si a ello añadimos que el ritmo que le imprime el realizador es bastante irregular, al ir saltando de historia a historia o bien no llegamos a sentir interés por la misma o bien esta desaparece de escena cuando empiezas a interesarte por ella, el resultado no pasa de discreto.

     Con todo el reparto es excelente aunque es justo avisar que de los cuatro nombres que sirven de reclamo sólo Anthony Hopkins tiene cierto momento de lucimiento (¡ese monologo en la reunión de alcohólicos anónimos!) pues a Law y Weisz les toca la parte más floja (matrimonio entrado en la monotonía con sus respectivas aventuras) mientras que Ben Foster tiene entre manos el personaje más interesante (el delincuente sexual en libertad condicional que teme no poder controlar sus instintos al volver a la calle) pero también el más desaprovechado.

     Discreta cinta coral que en las partes en que funciona lo hace más por el carisma y la química que se crea entre los actores, con nota especial para la relación que se establece entre María Flor y Hopkins primero y esta y Foster después, destacando también la parte final entre la hermana de la prostituta mientras espera que esta termine un "trabajito" y el chofer, guardaespaldas y "mula de carga" del cliente de esta (aunque ellos desconocen ese detalle) y la expresión del rostro de este ultimo cuando se le presenta la posibilidad de librarse de su jefe. El resto bastante flojo.

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