MARLOWE de Neil Jordan

Adaptación de una novela, "THE BLACK-EYED BLONDE", de John Banville, escrita bajo el seduónimo de Benjamin Black, y que utiliza como personaje principal al detective privado creado por Raymond Chandler, Philipe Marlowe. Es decir, de entrada, todo u ñío de los buenos.

No conozco la novela, aunque si alguna que otra de Chandler con el personaje (EL SUEÑO ETERNO, LA HERMANA PEQUEÑA, EL LARGO ADIÓS...), así que no puedo decir nada sobre ella; sin embargo, sí que tengo que comentar que la adaptación de Jordan (que también dirige la cinta) y William Monahan, me ha resultado algo fría y poco inspirada. Es decir, que sus responsables conocían la letra, pero no la música (o viceversa).

Así pues, la historia recuerda, más o menos, a ese cine (o novela) negra a la que pretende recordar, pero su traslación en imágenes resulta especialmente insípida, especialmente en lo que se refiere a los personajes femeninos, muy bien interpretados por Diane Kruger y Jessica Lange, que hacen lo que pueden con ellos, pero resultan demasiado artificiales en su concepción ("Soy "mala" porque me han escrito así").

Jordan siempre a sido, a pesar de su fama, un director y guionista bastante sobrevalorado, al que ironicamente siempre se le a dado mejor el drama (JUEGO DE LAGRIMAS, MONA LISA...), en el sentido estricto del termino, que cuando intenta trabajar los distintos géneros (EN COMPAÑIA DE LOBOS, EL HOTEL DE LOS FANTASMAS, ENTREVISTA CON EL VAMPIRO...), y esta cinta no es una excepción. Cuando trata de jugar con el "género negro" lo hace de manera ya vista, como copiando el estilo de otros, y eso se deja ver en el resultado final.

Liam Neeson es el reclamo, y lo mejor de la cinta, junto a los secundarios Danny Huston y Alan Cumming (en un papel algo alejado de los que nos tiene acostumbrados), pero aun así la sensacion de que este Marlowe, a pesar de su aptitud y las irocas respuestas que se gasta, no es el Marlowe de Chandler siempre esta presente.

Que queda después de todo, una historia con posibilidades, pero muy irregular, con unos personajes femeninos que se mueven más por golpes de guion, o porque así se supone que deben comportarse las mujeres de la novela negra (y es que son así los dos personajes, no hay matices que valgan), con unas solventes interpretaciones, especialmente de los tres actores antes mencionados, y poco más.

Se deja ver, y los más acérrimos del cine negro clásico (especialmente del surgido de alguna novela) tal vez la disfruten, pero con Neeson de protagonista servidor esperaba algo más interesante.

En resumidas cuentas: Discreta, se deja ver, pero no emociona.

¡Ah!, casi se me olvida, el personaje del chofer a cargo de Adewale Akinnuoye-Agbaje, todo un descubrimiento. Lástima que tarde en coger protagonismo.