Jean Fraçois-Richet llamó la atencion con ASALTO AL DISTRITO 13, remake un tanto libre de la cinta de John Carpenter. Sí, vale, había una comisaria y esta era asaltada, pero ni los asaltantes ni los personajes que defendían la misma se correspondían mínimamente con los de la cinta del maestro. ¿Dónde estaba Napoleón Wilson?
Poco después, con el díptico sobre MESRINE (INSTINTO DE MUERTE y EL ENEMIGO PÚBLICO Nº 1) dejo más o menos claro, lo que se podía esperar de él. Productos correctos y entretenidos, pero que se quedaban en eso. Que no llegaban a apasionar.
Y eso es precisamente lo que nos encontramos cuando vemos una cinta como EL PILOTO, una cinta de acción entretenida, que sirve para pasar el rato sin problemas, pero que un par de días después prçacticamente has olvidado.
El argumento es más o menos típico. Vuelo especial de fin de año; avería causada por el tiempo (ya que el empleado encargado de controlar ese detalle ha preferido obviarlo en virtud de realizar el viaje); aterrizaje de emergencia en lugar peligroso con rebeldes terroristas pululando por la zona; pasajeros que discutirán por todo; y piloto muy profesional que se tomara la seguridad de estos más enserio de lo que se trabajo requiere.
Con todo esto el protagonismo recaerá inmediatamente en el piloto, al que da vida un Gerard Butler al que el papel de héroe de acción le viene como un guante; secundado por Mike "Luke Cage" Colter, más acertado que en la serie que le dio la fama, como el preso que está siendo trasladado en el avión, y que, al principio a la fuerza (vamos que no le queda más remedio) y después por propia voluntad acabara ayudando al piloto en su lucha ¿Adivináis como acaba el asunto?
Destacar en esta ocasión, ya que muchas veces esta suele ser la parte más cargante, la acción que se desarrolla en los "despachos de crisis". Parte que encabeza, con bastante fortuna, el actor y director Tony Goldwyn (el que fuera el "malo" de GHOST o compañero a la fuerza de KUFFS), al que hacía algún tiempo que servidor tenía algo desconectado.
En el debe, la subtrama con los pasajeros del avión, por tópica a más no poder; la facilidad con la que se realizan las reparaciones del avión (¿no recordaban lo que pasaba durante el accidente?), y la ya típica mala puntería de los malos de la función. Pero como son los fallos o trucos habituales para alargar la historia, los vamos a pasar "medio" por alto.
Como ya he comentado antes, la habilidad de François-Richet en la realización, ayuda bastante a que el tópico y típico guion, en ocasiones, funcione. Pero como también he comentado, lo hace de manera momentánea, es decir, distrae en el momento en que lo ves, pero sin dejar un poso para el futuro, que no es malo del todo, pero tampoco es lo ideal.
En resumen: Distraído ejemplo de cine de acción para "ver y olvidar".
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