jueves, 4 de mayo de 2023

CREED III de Michael B. Jordan

Lo reconozco, salvo la primera, ROCKY (John G. Avildsen), y la última entregas (oficiales), ROCKY BALBOA (Sylvester Stallone), de la franquicia, y lo que pude divertirme con la disparatada ROCKY IV (Sylvester Stallone), nunca he sido fan acérrimo de la franquicia creada y guionizada siempre por Stallone.

Me han parecido cintas muy del montón, cuando no aburridas, y un poco absurdas, como ROCKY V, de nuevo con el director de la original.

Cuando en el año 2.015 a alguien se le ocurrió seguir con la franquicia, dándole el protagonismo a un hijo del mítico personaje de Apollo Creed (Michael B. Jordan), pero manteniendo a Rocky como entrenador del nuevo púgil, ya manifesté que la cosa me había parecido "un remake, disfrazado de secuela", algo que no tenía porque ser malo, pero que partía de un problema, es decir, ya me lo habían contado dos veces, y lo habían hecho mucho mejor, a pesar del carismático reparto, al menos en cuanto a sus personajes principales.

Si el primer episodio de esta, variación, de la franquicia ya me pareció "flojito" y muy poca cosa; el segundo, que pasaba directamente a recuperar el espíritu desmadrado del cuarto episodio original, ya me provoco un "anda ya... pero que me estás contando", y aunque tenía algunas escenas e ideas con potencial, como ese encuentro entre Rocky y Drago, o las reflexiones de este último en torno a lo que pasa con los rivales del campeón tras el combate de revancha, estas no estaban prácticamente aprovechadas.

En este tipo de "pelis" yo siempre me he preguntado por qué el campeón tiene siempre la oportunidad de revancha tras perder el título, pero su rival una vez derrotado desaparece del mapa, como si hubiera dejado de pelear, a pesar de que en su momento pudo ganar o ponerle las cosas difíciles al campeón.

Esta nueva entrega tiene todas las características de este tipo de cintas, y aún más de aquellas con numerito en el título. Es decir, solo convencerá a los ya convencidos, que se conforman con una más.

Y es que el nuevo rival, por muy "cara de malo" que ponga Jonathan Majors, no tiene ningún interes real, y resulta poco creíble. Si es tan bueno boxeando como es que al final...; su historia del pasado pase, pero implicar en ella a Creed (que es ya la tercera entrega como para decirnos que esto no lo sabíamos); su cambio de actitud tras...

Las discusiones sobre la educación de la niña con el personaje de Tessa Thompson, ya están muy vistas y... ¿en serio nadie, ni profesores, ni la madre, introducen en la discusión a la niña que le ha robado y roto sus dibujos? No se, acción/reacción. ¿En virtud de que me tengo que quedar quieta y sonreír ante un robo y destruccion de la propiedad?.

Nos queda pues la parte de los combates. Y aquí tengo sentimientos encontrados, ya que sobre el papel Jordan los dirige con soltura e incluso con alguna solución narrativa ingeniosa, pero, y vale que yo no he asistido a ningún combate real, ¿mo le han parecido a nadie demasiado técnicos, y muy poco llamativos o apegados a la realidad? No sé, igual me equivoco, pero...

En resumen: Poco original (argumentalmente la franquicia parece que ya no tenga nada nuevo que contar), y aburrida.

Solo para muy fans.

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