Patrick Melton y Marcus Dunstan son la pareja de guionistas que se hicieron cargo de los guiones de la saga SAW después de que Leigh Whannell, guionista de las tres anteriores y socio habitual de James Wan, decidiera ocupar su tiempo en otras cosas (INSIDIOUS por ejemplo). Para que nos entendamos se encargaron de imaginar las trampas de Jigsaw a partir de la cuarta entrega. El éxito de la saga les llevo a probar con una historia propia y a uno de ellos a incluso a probar en la dirección.
El resultado la desigual pero por momentos inquietante, THE COLLETOR (2009). En ella un ex-convicto que se gana la vida haciendo "chapucillas", y que esta pasando por un mal momento, se ve obligado a intentar cometer un robo en la ultima casa en la que esta trabajando. Por desgracia elige la misma noche para asaltar la casa que un psicópata un tanto particular, que se dedica a llenar las casas que asalta de trampas, que no tienen nada que envidiar a las del Jigsaw, matar, de la forma mas sádica posible, a sus habitantes pero llevándose a uno de ellos para su particular colección.
Todos aquellos que aun sigan la saga SAW sólo para comprobar con que nuevos ingenios eliminara Jigsaw a sus victimas disfrutaran de lo lindo con esta película. El resto se distraerá mínimamente con el juego del ratón y el gato que se establece entre el coleccionista y el ladrón, que aunque acabe siendo algo redundante hay que reconocer que tiene sus momentos inquietantes.
Sólo dos dudas ¿cuándo ha tenido tiempo el coleccionista a colocar todas las trampas? y ¿cómo es que el ladrón no tropieza con ninguna al entrar en la casa pero no para de encontrarse con ellas cuando quiere salir?
Eso si, reconocer la estupenda labor del actor protagonista Josh Stewart.
No debió irles mal a la pareja pues tres años después presentaron THE COLLECTION (2012). De nuevo escrita a cuatro manos por ambos y de nuevo dirigida por Dunstan.
La segunda entrega de esta nueva franquicia se basa en aquello de "más de lo mismo" pero multiplicado por...
En esta nueva entrega nos encontramos con un grupo de mercenarios contratados por el padre de una de las ultimas victimas del coleccionista (muy salvaje la parte de la discoteca) que han fichado para el grupo, a la fuerza, a la única persona que a conseguido escapar de sus garras. Una vez en la guarida del mismo...
Como la anterior una cinta especialmente recomendada para los fans de SAW. Trampas, muertes salvajes, sangre a raudales y un "pelín" de intriga y suspense.
En derramamiento de sangre y vísceras quizás supere a la primera, lógico pues hay más victimas a las que matar, pero en suspense e inquietud es algo inferior.
Lo dicho si te gusta la sangre a borbotones esta es tu saga, eso si, como en SAW (y siento repetirme tanto) yo empezaría por la primera (que con sus más y sus menos no esta mal) y dependiendo de lo que te parezca ya decides si seguir la saga o no
Lo mejor, de nuevo, un convincente Josh Stewart. Y además la presencia, no del todo aprovechada, de Lee Tergesen y algunas de las trampas del coleccionista, verdaderamente sangrientas (¡ojito a la escena de arranque en la discoteca!).
En esta nueva entrega nos encontramos con un grupo de mercenarios contratados por el padre de una de las ultimas victimas del coleccionista (muy salvaje la parte de la discoteca) que han fichado para el grupo, a la fuerza, a la única persona que a conseguido escapar de sus garras. Una vez en la guarida del mismo...
Como la anterior una cinta especialmente recomendada para los fans de SAW. Trampas, muertes salvajes, sangre a raudales y un "pelín" de intriga y suspense.
En derramamiento de sangre y vísceras quizás supere a la primera, lógico pues hay más victimas a las que matar, pero en suspense e inquietud es algo inferior.Lo dicho si te gusta la sangre a borbotones esta es tu saga, eso si, como en SAW (y siento repetirme tanto) yo empezaría por la primera (que con sus más y sus menos no esta mal) y dependiendo de lo que te parezca ya decides si seguir la saga o no
Lo mejor, de nuevo, un convincente Josh Stewart. Y además la presencia, no del todo aprovechada, de Lee Tergesen y algunas de las trampas del coleccionista, verdaderamente sangrientas (¡ojito a la escena de arranque en la discoteca!).
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