jueves, 2 de febrero de 2017

PREMONICIÓN de Afonso Poyart

 “Esto ya me lo han contado antes, y me lo han contado mejor”. Tentado he estado de escribir esta sentencia y dar por terminada esta reseña. Así de floja es esta cinta policíaca con toques sobrenaturales que ni siquiera el reparto consigue hacer que destaque un poco.

  Desconcertados y sin ninguna pista a seguir una pareja de policías, interpretados por Jeffrey Dean Morgan y Abbie Cornish (lo mejor de la “pelí” a pesar de lo desaprovechados que están), recurren a un viejo amigo del primero (un Anthony Hopkins en piloto automático), un doctor que puede ver “cosas” y que ya ha colaborado con la policía en otras ocasiones pero lo dejo tras una situación traumática, y…


  Y a partir de ahí la cinta se mueve sin ritmo ni emoción alguna, a pesar de que intenten jugar la baza del drama, e intentar dotar de cierto toque de originalidad a las motivaciones del asesino.


  La parte policíaca es, como decirlo, inexistente ya que la investigación no avanza a ritmo de conseguir pruebas o pistas sino a “golpe de visión” del personaje de Hopkins, visiones que funcionan según les conviene a los guionistas y con las que además hacen la misma trampa en dos ocasiones (no voy a contar en que consiste para evitar spoilers).


  La parte dramática… Ya se que eso de que el “prota” arrastre una historia traumática se supone que le da a la historia un valor añadido pero, reconozcamoslo, ya está muy visto. ¿Para cuando un vidente sin traumas o que ya haya asimilado sus “poderes” y no camine por el mundo como un alma en pena?. Y si, alguien me dirá que ese trauma juega cierto papel de importancia en la parte final pero tampoco cuaja del todo (Otro de los elementos desaprovechados del film).



  Y para desaprovechado la irrupción del personaje de Colin Farrell. Curiosamente es la parte con más potencial, y sobre la que habrían tenido que mover toda la trama, pero desgraciadamente entra tarde y solo da para un par de “discursitos” morales muy facilones a pesar del esforzó de Farrell por dotar a su personaje de algo de alma.


  En definitiva, un “pudo haber sido y no fue”, que desaprovecha sus puntos con potencial y se mueve en todo momento entre la discreción y el aburrimiento.


  Y lo de contar en el reparto con Maley Shelton y Janine Turner para esos papelitos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario