ANTHROPOPHAGUS es el titulo original de la cinta que aquí conocimos como GOMIA. TERROR EN EL MAR EGEO. Dirigida por Joe D´Amato (Aristide Massaccesi) con George Eastman (Luigi Montefiori) de protagonista y con guión a cuatro manos de la pareja, se trata de una cinta de terror italiana en la que un grupo de turistas de visita por las islas griegas tiene un encontronazo en una de ellas con un naufrago que para sobrevivir tuvo que recurrir al canibalismo. En su momento, principios de los ochenta, llamo bastante la atención principalmente por dos escenas, una en la que el caníbal arrancaba y devoraba un feto y otra, al final de la película, en que este se devoraba sus propias tripas.
Como muchas "pelis" de la época servidor no tuvo ocasión de verla en su momento, en los cines de mi ciudad, o al menos en los de mi barrio, se tomaban bastante en serio aquello de las clasificaciones, así que pase gran parte de mi juventud oyendo hablar de la cinta y de las famosas escenas en cuestión, como con las de la astilla en el ojo y la del tiburón de NUEVA YORK BAJO EL TERROR DE LOS ZOMBIES o el "esa es la de verdad" de HOLOCAUSTO CANIBAL. Así que cuando conseguí verla el resultado fue totalmente decepcionante. La cinta se me hizo aburrida y muy lenta y para colmo, los momentos bestias se limitaban practicamente a las dos escenas mencionadas y poco más, y tampoco eran para tanto (claro que para cuando la vi lo del gore ya estaba más normalizado).
Pues bien, en 1.999 el realizador (por llamarlo de alguna manera) alemán Andreas Schnaas, responsable de desastres como ZOMBIE ´90: EXTREME PESTILENCE, la trilogía VIOLENT SHIT (tetralogía si contamos el cruce de su asesino Karl the Butcher con el personaje Axe creado por Timo Rose) muy bestias y muy gore, eso si, pero malas a rabiar, decide rendir un homenaje a la cinta de D´Amato en forma de remake/nueva versión.
Y el resultado, dedicado a la memoria del realizador italiano, es lo que uno puede esperar, osea, gore, aunque la verdad menos del esperado, y aburrimiento. Schnaas conserva los momentos que todo el mundo espera encontrar, el feto y la comilona de intestinos y añade algunos, pocos, nuevos pero no se esfuerza lo más mínimo por dotar a la cinta de algo de tensión o emoción confiando demasiado en que esos momentos gore le basten al aficionado más salvaje (que va a ser que si porque sino no me explico que Schnaas siga trabajando en esto).
Vale que hay que reconocerle a Schnaas que para los medios con los que cuenta las escenas gore le quedan "respondonas" y que el encargado de maquillaje se lo a currado a la hora de hacer que el caníbal, interpretado por el propio realizador, guarde el mayor parecido posible con el que interpreto Eastman en su momento, pero un par de escenas medianamente impactantes o la simpatía que como aficionado al genero puedas tener por la cinta original no son bastantes para salvar el aburrimiento que genera la cinta.
Yo no se la recomiendo ni a los fans del gore por el gore. Avisados quedáis.
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