de Chris von Hoffmann
Aunque la idea de la que parte la cinta no es muy original, a saber, un trio de jóvenes ladrones (una mujer y dos hombres), se cuelan como personal de servicio en una fiesta en una mansión de "gente rica" con la intención de robar en ella, pero para su sorpresa resultara que la fiesta en si resulta estar organizada por una secta y los jóvenes ladrones pasaran a convertirse en victimas de los miembros de esta; daba para una "peli" entretenida o salvaje (recordemos la bestial THE COLLECTOR, o en menor medida NO RESPIRES), dos cintas con ladrones que se cuelan en la casa equivocada); pero en esta ocasión se queda la cinta se queda "a medio gas".
Y es que la cinta es muy irregular, y aunque tiene dosis de violencia que se agradecen mucho también tiene muchos tiempos muertos entre brote salvaje y brote sangriento.
Floja, y con una trama muy desaprovechada, sólo funciona a ratos gracias a un correcto reparto en el que destacan los interpretes más veteranos, ambos como miembros de la secta pero que... (nada de spoilers, jeje) y ya con cierta experiencia en el genero fantastico como Robin Tunney (JOVENES Y BRUJAS, EL FIN DE LOS DÍAS) o Julian McMahon (la serie EMBRUJADAS, LOS CUATRO FANTASTICOS), y sobretodo cuando se pone "burra" y estalla en violencia y sangre.
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