No conozco la obra de Dan Brown y por lo tanto no he leído ninguna de las aventuras literarias del personaje de Robert Langdon, así que no se hasta que punto sus adaptaciones cinematográficas son más o menos fieles a estas.
Esta aclaración viene a cuento de aquellos que siempre responden a las pegas que uno encuentra a las "pelis" con respuestas sacadas de los libros "en el libro explican que...", vamos que lo que trato de decir es que esta reseña esta dedicada a la película en si.
Tercera entrega de la saga cinematográfica dedicada al personaje, de nuevo interpretado por Tom Hanks, tras EL CÓDIGO DA VINCI, con la que un servidor se aburrió bastante, y la mucho más dinámica ÁNGELES Y DEMONIOS, con la que debo reconocer que lo pase bastante bien, y que se encuentra en estos términos justo entre ambas, ósea entretiene más que EL CÓDIGO... pero se queda a medio camino de ÁNGELES...
En esta ocasión nos encontramos con un amnésico Langdon tratando de encontrar un virus mortal, para lo que tendrá que resolver diferentes pistas que le llevaran de un lado a otro, con la ayuda de una de las doctoras del hospital, antes de que lo encuentren y lo liberen los seguidores de un tipo (un desaprovechado Ben Foster que desaparece de escena demasiado pronto) que ante el problema de la superpoblación mundial a ideado un método de control "pelín" salvaje y expeditivo.
Lógicamente tras el virus también andarán otras personas y organizaciones pero las intenciones de estas no parecen estar claras, y la amnesia del protagonista no le ayuda demasiado a saber quien esta de su parte o no.
En la parte positiva que al igual que en ÁNGELES... la cinta es un correcalles continuo y contrarreloj en busca de las nuevas pistas, lo que no da descanso al espectador haciendo de la cinta un espectáculo dinámico; y que estas, y las trampas que las acompañan, son recientes en el tiempo frente a las trampas prácticamente milenarias de las entregas anteriores que costaba creer que aun permanecieran activas e intactas.
En la parte negativa que los giros y sorpresas resultan un tanto forzadas cuando no incoherentes con lo ocurrido hasta ese momento en la trama, con nota especial a la revelación de quién trabajaba con "el malo" (has aquí puedo revelar sin spoler).
El reparto bien aunque algunos tienen que soportar el peso de que se juegue con ellos el "juego de las sospechas/sorpresas" (Felicity Jones, Omar Sy), otros están desaprovechados (Foster, que desaparece demasiado pronto; o Sidse Bodett Knudsen, ¿a qué viene lo de es historia del pasado si luego no le sacas partido?), destacando en positivo el personaje, y el actor por supuesto, que interpreta Irrfan Khan, uno de esos malos/buenos con bastante interés.
En definitiva "distraidilla" y para pasar el rato. Imagino que a los fans de la saga cinematográfica les gustara pues mantiene la línea básica de las anteriores, aunque por las referencias que me llegan a los fans de las novelas de Brown en general, y de esta novela en particular, no parece haberles hecho mucha gracia.
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