domingo, 6 de julio de 2014

NOCHE EN EL TREN DEL TERROR

     Debo reconocer que no sabia nada de esta película, algo raro tratándose de una producción de los ochenta, hasta que hace una semana aproximadamente mi amigo Nico (el responsable de que no hace mucho sufriera con la desastrosa WILLOW CREEK) me hablo de ella y despertó en mi cierta curiosidad. Por si esto fuera poco, unos días después en uno de los grupos de facebook a los que pertenezco (EXHUMED MOVIES) alguien se hacia eco de la cinta. Aquello fue el punto determinante para decidirme a buscar la cinta para echarle un vistazo.

     Dicho y hecho. NOCHE EN EL TREN DEL TERROR es, supuestamente, lo que se suele llamar una cinta de episodios (y luego explico lo de "supuestamente"), y se compone de tres historias más una cuarta que sirve de nexo de unión, aunque en este caso en concreto esta historia de introducción esta a su vez dividida en dos.

     Las historias que componen la cinta son:


NIGHT TRAIN (Jay Schlossberg-Cohen)

     Se trata de la historia, o mejor historias, que sirven de enlace ya que a la trama de Dios y el Diablo, a bordo del dichoso tren del titulo, decidiendo si los protagonistas del resto deben ir al cielo o al infierno se suma una sub-trama, es un decir, con un grupo de rock que viaja en el vagón continuo, que viendo la decoración del mismo eso parece mas un pasillo de una casa que el vagón de un tren, que repetirán la misma canción, o mejor el estribillo, tanto al principio de la cinta como entre historia e historia


THE CASE OF HARRY BILLINGS (John Carr)

     Tras un accidente de coche en el que fallece la mujer que lo acompañaba un hombre despierta en un hospital psiaquiatrico en el que los médicos someten a los pacientes a extraños experimentos e incluso algo más...

     John Philip Law (el "angelillo" de BARBARELLA) y Richard Moll (la serie JUZGADO DE GUARDIA, HOUSE) son los rostros más populares de esta historia.


THE CASE OF GRETTA CONNORS (James Carr)

     Una joven casada se lía con un hombre mayor para conseguir cosas de él. Cuando este se entera decide vengarse del marido introduciéndole, a la fuerza, en un extraño grupo en el que se dedican a jugar a extrañas variaciones de la ruleta rusa en plan: un grupo se sienta al azar en unas sillas eléctricas de las que una sola funciona o nos tumbamos en el suelo mientras una bola de la construcción se mueve en plan péndulo sobre nosotros a la vez que la cuerda que la sujeta se va cortando por el roce de unas cuchillas.


THE CASE OF CLAIRE HANSSEN (Phillip Marshak, Tom McGowan y Gregg Tallas)

     La tercera historia incluye a un policía, el veterano Cameron Mitchell, que persigue a un criminal de guerra nazi que se mantiene extrañamente joven; a un escritor, de nuevo Richard Moll, que ha publicado un libro en el que niega la existencia de Dios y a la esposa de este teniendo extraños sueños de carácter sexual y satánico con el criminal de guerra antes mencionado, amen de unos mostruitos de plastelina que se mueven a base de stop-motion.

     Decir que la cinta es extraña o bizarra es decir poco. Y ahora explico el "supuestamente" de antes ya que es una de las razones de que la cinta sea un despropósito. Y la razón es que, según parece, en realidad no se trata de tres historias rodadas para la ocasión sino de un montaje a lo "corta y pega" de tres películas nunca estrenadas y que estaban guardando polvo en alguna estantería y que sus responsables decidieron reciclar de esta manera tan singular.

     El resultado de resumir en poco más de hora y media tres cintas, y hay que tener en cuenta la historia enlace en esa duración, provoca no sólo que el montaje sea caótico e incoherente, algo que pesa sobre todo en la primera y la tercera, sino que además los huecos se rellenen con una voz en off que lejos de aclarar las cosas en ocasiones te desconcierta aun más.

     En definitiva, un desastre sólo apto para completistas del cine fantástico de los ochenta.

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