Debido a unos fallos técnicos que trastocaron la programación, al menos la matinal, de aquel día CHEAP THRILLS fue la única cinta de la sección oficial que no pude ver en el pasado festival de Sitges. Ahora, por fin, he podido subsanar ese fallo.
Un buen día Craig, un convincente Pat Healey, se encuentra con un aviso de desahucio, si no paga 4.500 dolares en unos pocos días le echaran de casa. Para colmo unas horas después le despiden del trabajo, la crisis obliga a la empresa a reducir costes. Craig decide aliviar sus penas con el alcohol y acude a un bar a emborracharse. Allí tendrá dos encuentros, primero con un amigo de sus tiempos de estudiante, Vince (Ethan Embry), al que las cosas no le van mucho mejor, ambos se desahogaran contandose sus penas, y después con una pareja (David Koechner y Sara Paxton) a la que parece sobrarles el dinero y que les propondrá un juego bastante peculiar.
Y a partir de aquí empieza la parte con mensaje de la película, ¿que somos capaces de hacer por dinero y más cuando la necesidad aprieta?, pero no discursiva, la cinta no toma partido por ninguno de los personajes ni se molesta en convertirlos en buenos o malos simplemente refleja unos echos de la forma más descarnada posible.
Y es que el juego, o los juegos, que la pareja propone a estos dos personajes empiezan siendo de lo más inocentes, o al menos inocuos, como que el primero que se acabe la copa se lleva 5 dolares o el primero que consiga que la morena de la barra le de una bofetada se lleva 50, pero a medida que avanza la noche o la cantidad a ganar se van haciendo más peligrosos y moralmente discutibles.
La degradación en la que van cayendo estas dos personas en principio buena gente, uno de ellos esta dispuesto a darle el poco dinero que tiene al otro e incluso a cederle el premio de la primera apuesta, y el otro en principio se muestra reacio a entrar en el juego incluso cuando este es bastante inofensivo, se nos muestra totalmente creíble, a pesar de lo que tienen que llegar a hacer, y más cuando las cantidades en juego son tan elevadas que les permitirían salir de sus penosa situaciones.
El mensaje y la reflexión están servidos, en una cinta inteligente y muy sugestiva, quizás algo lenta en su arranque pero que una vez entra en materia resulta tremendamente interesante y de mal rollo.
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