Aunque seguía dedicándose al negocio del cine, en su faceta de productor, Walter Hill llevaba 10 años sin dirigir una película. Y ha vuelto con una cinta policíaca versión "colegas a la fuerza", genero que conoce a la perfección y en el que ya nos ha ofrecido las distraídas, LIMITE 48 HORAS (y su secuela) y DANKO. CALOR ROJO.
En esta ocasión serán un asesino a sueldo (Stallone) al que sus "jefes" en lugar de pagar han preferido liquidar, o al menos intentarlo, y el policía encargado del caso (Sung Kang), que prefiere capturar al que ha dado la orden que al ejecutor, la pareja obligada a trabajar en equipo.
La película es distraída y se deja ver sin problemas, Walter Hill dirige con eficacia, especialmente las escenas de acción, y los actores cumplen en sus cometidos.
¿Cual es la pega? Que le falta ese toque de incorrección política que si tenían aquellas cintas de los ochenta. Se agradecen los toques de violencia, Stallone es bastante contundente a la hora de acabar con los "malos" pero su personaje carga con demasiadas "normas" para ser un asesino a sueldo tan reputado (No mato mujeres ni niños. Sólo acepto encargos si el tipo a liquidar es muy malo, y cosas así). El policía es demasiado "buen chico" y en el juego de replicas y contrareplicas siempre gana Stallone (uno añora el juego de replicas entre Stallone y Kurt Russell de TANGO Y CASH).
Destacar a Jason Mamoa, y la pelea final a hachazo limpio, que demuestra que la culpa del desastre de CONAN EL BARBARO no fue suya; y la ya mencionada contundencia de Stallone (ese interrogatorio a Christian Slater).
Para pasar el rato, ¿Acaso esperabas algo más de una "peli" de Stallone?
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