SKYFALL de Sam Mendes

     Debo reconocer que cuando los responsables de la franquicia BOND decidieron reiniciar la saga apartando a Pierce Brosnan del personaje la noticia no me gusto nada. Desde que vi el primer episodio de REMINGTON STEELE pensé que Brosnan era el actor perfecto para el personaje.

     Pero también debo reconocer que CASINO ROYALE fue una autentica sorpresa. Una cinta dinámica y distraida (¿quien iba a suponer que se le podía sacar tanto partido a un partida de poker?) en la además Daniel Craig encajaba perfectamente en los nuevos aires que se le daban al personaje. Algo más bruto y menos refinado de lo que había sido hasta el momento.

     Sin embargo ninguna de las dos entregas siguientes me a convencido plenamente.

     QUANTUM OF SOLANCE en principio tenia los elementos. El guión no estaba nada mal y además enlazaba con la anterior, algo bastante inusual en la serie. Pero fallaba algo. ¿La dirección? ¿El montaje?. No lo se, pero la obsesión de alguno de los responsables de estas tareas por los montajes en paralelo, la persecución/carrera de caballos del principio, la pelea/opera hacia mitad de la cinta o la lucha de Bond y la chica con sus respectivos oponentes, que no permite centrarte en ninguna de las dos acciones a lo que hay que añadir la manía de confundir los continuos cambios de plano con ritmo (en la pelea entre Bond y el traidor del MI6 del principio los planos apenas duraban 2 segundos) que provoca que apenas nos enteremos de lo que pasa le quitaba a la cosa bastantes puntos.

     Y ¿que sucede con SKYFALL? Pues básicamente que es el Bond menos Bond. Algo así como el Bond que gustara a los que no le gustan las películas de Bond. ¿Que pasa entonces con aquellos a los que nos gusta Bond? Pues que disfrutaremos con la escena pre-créditos e incluso con la canción que acompaña estos, algo más clásica que la de los últimos Bond, y que nos hacen albergar la esperanza de que vamos a ver un Bond en estado puro. Y también disfrutaremos con alguna que otra broma/referencia a los clásicos: Q, la Walter PPK, el coche y ...

      El problema, para el fan de Bond, es que la cinta apenas tiene momentos espectaculares y trata de ser algo más realista (he dicho algo y no del todo) de lo habitual: el malvado de turno en lugar de ser el habitual loqueras egocéntrico con ansias de dominar el mundo o desestabilizarlo es algo más terrenal al igual que su plan, no hay una chica Bond en el sentido estricto del termino.

     En definitiva, los fans del Bond más clásico seguramente se sentirán algo defraudados, pero gustara sobretodo a aquellos a los que les gustaban aquellas cintas de espías con el agente Harry Palmer que protagonizo Michael Caine que trataban el lado oscuro del espía y el como los operativos eran tratados como mercancía a los que no importaba perder si con ello se lograba el objetivo.