La segunda entrega repetía todas los defectos (también las virtudes) de su predecesora y daba una vuelta de tuerca al asunto transformando a los zombies en endemoniados.
En su tercera entrega, la saga REC abandona el edificio de las anteriores entregas y se traslada a un local para banquetes de boda. También abandona, no sin una introducción bastante extensa, el formato "voy a grabarlo todo para que quede constancia" de una manera bastante original y divertida.
Paco Plaza dirige en solitario la mas divertida y desvergonzada entrega de la serie. En esta ocasion las victimas de los demonios/zombies son los novios e invitados a una boda. Tras el primer ataque los novios se separaran y se pasaran gran parte del metraje tratando de encontrarse (y de sobrevivir).
La película tiene un poco de todo, momentos de suspense, comedia, gore y además bastante bien mezclados, rozando en alguna ocasión el ridículo pero sin llegar a caer en el, entendiendo claro que se trata de un ridículo autoconsciente e intencionado.
Muy bien la pareja protagonista. Diego Martín y especialmente Leticia Dolera bordan sus papeles, consiguiendo estar cursis cuando hay que estarlo, y duros en el momento adecuado. Toda la parte en la zona de las bodegas con Leticia Dolera armada con la sierra mecánica es memorable. Y el final (que no vamos a destripar) con ese toque romántico pero con algo de mala leche es también de agradecer.
Esperemos que la cuarta entrega (y supuestamente ultima) que dirigirá esta vez Jaume Balagueró nos depare nuevas sorpresas y diversiones.
Con todo agradecer la presencia en el cine español de directores como Balagueró y Plaza que han hecho mucho bien por el fantástico en este país ya sea juntos o por separado.
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