sábado, 18 de mayo de 2013

OBJETIVO: LA CASA BLANCA de Antoine Fuqua

     Aunque pueda parecer que nos encontramos ante una variante de la  JUNGLA DE CRISTAL cambiando el Nakatomi Tower por la Casablanca, lo cierto es que la cinta esta más cerca, en intenciones y resultados, de la saga ALERTA MAXIMA. Y que conste que no digo esto en sentido negativo ya que las "pelis" de esta saga siempre me han parecido las más (por no decir las únicas) entretenidas de Steven Seagal como protagonista absoluto.

     Así si en aquellas, al menos en la primera, Seagal era un ex miembro de alguna fuerza especial degradado y terminando sus años de servicio como cocinero en un barco militar, en esta Gerald Butler es un ex miembro del equipo de seguridad del presidente relegado a trabajos de oficina tras un incidente en el que fallece la primera dama (Ashley Judd). Y como en aquellas la acción principal se mezcla con las discusiones en algún centro de mando con el que el protagonista consigue ponerse en contacto, que incluye al típico militar ansioso por enviar a las tropas al asalto (Robert Forster).
     Que los "malos" en esta ocasión sean los coreanos, por muy políticamente incorrecto que pueda ser, es lógico en una cinta americana de hoy en día, al igual que en otros tiempos fueron los rusos, vietnamitas..., aunque hay que reconocer que en esta ocasión si que se les va la mano con el mensaje patriótico, ese "... Dios bendiga América" que sueltan en más de una ocasión o el discursito final del Presidente, sobre todo, sobran.
     Afortunadamente la mayor parte del metraje es acción pura y dura con un espectacular ataque y asalto a la Casablanca primero y el ya típico "uno contra muchos" de este tipo de cintas, en el que destaca la contundencia tanto de los "malos" como del protagonista ("ojito" a la secuencia en la que interroga a los dos que hace prisioneros).
     Si el contenido político de la cinta no te afecta demasiado, la cinta sirve para pasar el rato y poco más, lo que yo llamo "ver y olvidar", le habría venido muy bien introducir un "pelin" de ironía (como en LAS JUNGLAS) o algún personaje secundario "graciosillo" (como los de Erika Eleniak o Morris Chestnut en las ALERTAS) y no tomárselo todo tan seriamente.
     Por cierto me apunto otra para mi colección de traducciones absurdas. ¿Como se transforma OLYMPUS HAS FALLEN  en OBJETIVO: LA CASA BLANCA?.

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