Precuela de X, realizada, como la anterior, por Ti West, y con la colaboración en el guion de la actriz Mia Goth, que nos cuenta los acontecimientos de la vida de la anciana Pearl en su juventud, que la llevaron a convertirse en la asesina que conocimos en la cinta anterior.
A lo ya comentado en la reseña dedicada a X sobre el cine de West, es decir, que cuenta con buenos resultados estéticos, pero con aburridos desarrollos argumentales y escaso ritmo cinematográfico, habría que añadir, en esta ocasión, ese estilo formal, que intenta dotar a la cinta de cierto aire de "cuento de hadas siniestro", pero que se queda en el intento; aunque ha logrado cautivar a aquellos que se dejan deslumbrar por ciertas osadías formales, que en realidad no son tan osadas.
Año 1.918. Pearl, que sueña con convertirse en bailarina, vive atrapada en la granja familiar, junto a su dominante y asfixiante madre, que apenas le deja hacer nada que no sea trabajar, y su padre, que ha quedado inválido durante la guerra, al que tendrá que cuidar; mientras espera una oportunidad para cumplir sus sueños, y el regreso de su marido del frente,
El problema de la cinta, e irónicamente su, prácticamente, única virtud es Mia Goth. Pero la actriz,, e lo referido a virtud, no el personaje. Ella hace todo lo que puede por dotar a este de personalidad e incluso carisma, pero argumentalmente la historia que nos cuenta, además de muy tópica, tampoco justifica lo que pretende justificar.
Y me explico, y me repito un poco, lo de acusarla de ser un problema es porque, al igual que ocurría en la primera entrega al apenas desarrollar la historia de los ancianos, ¿no habría que explicar o desarrollar mejor al personaje de la madre? Si tratas de justificar las acciones de Pearl culpando en gran parte a esta, no deberías trabajártelo un poco más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario