lunes, 17 de febrero de 2014

ROBOCOP de José Padilha

     En primer lugar reconocer que este remake o reinicio de ROBOCOP resulta distraído y aceptable, y para aquel que no conozca el original seguramente lo sea aun más, pero a la cinta le falta algo ¿alma? ¿garra? ¿ritmo? para llegar a enganchar como lo hizo en su momento el film original.

     Y si bien es verdad que los responsables de esta nueva versión se han tomado su tiempo en desarrollar las partes más serias y con moraleja de la historia, ya sabéis el drama humano/maquina, la relación posterior con la mujer e hijo y ese "discursito" sobre el intervencionismo americano, lo hace en detrimento de lo que en los viejos tiempos fue el alma de ROBOCOP el cinismo, la ironía y la violencia brutal y descarnada. Porque si, hay critica y hay acción pero la primera es demasiado "políticamente correcta" y la segunda es demasiado "limpia".

     Lo que Verhoeven en su día resolvía en apenas dos pinceladas, una conversación con su compañera (ahora compañero y de color) bastaba con explicar la personalidad de Alex Murphy, en la actualidad se transforma en una larga introducción con escenas tanto de Murphy en familia como de este inmerso en el caso que le costara ¿la vida?.


     Lo que Verhoeven en su día resolvía con un par de escenas en visión subjetiva para explicar la conversión de Murphy en ROBOCOP, en la actualidad se alarga demasiado entre las dudas éticas o morales, los entrenamientos y los momentos con la familia. Uno se pregunta porque la OCP no oculta la verdadera identidad del policía utilizado sino querían intervención de la familia.

     Todo esto podréis pensar que puede ser visto como fallo o acierto dependiendo de que es lo que cada uno vea interesante en la base de ROBOCOP pero es que la cinta se toma tanto tiempo en estas cuestiones supuestamente trascendentales que se olvida de que es ROBOCOP, es decir, un robot policía, y esa parte se deja demasiado de lado. El caso de Murphy pasa tan a segundo plano que hasta su resolución queda diluida en el argumento; la razón de ser del proyecto no queda bien reflejada, si se nos dice que hay mucha delincuencia pero nunca vemos el caos en las calles que justifique la necesidad de un refuerzo policial de tal calibre y hay un par de momentos que como ya he mencionado antes uno no puede evitar preguntarse: si la OCP quería hacer "esto" ¿por qué hace "esto otro"?


     Eso si, el reparto bastante acertado, especialmente Michael Keaton y Samuel L. Jackson (sensacional ese momento en que corta al senador), a pesar de que se desaproveche a algunos secundarios como Jackie Earle Haley o Jay Baruchel; la dirección es correcta, aunque en las escenas de acción la cámara tiene tendencia a moverse demasiado y se agradecen algunas "bromitas" referenciales para los conocedores del film original. Pero servidor echo mucho de menos la violencia del original y la sangre que provocaban los disparos en los viejos tiempos.

     En definitiva distraído pero demasiado light.

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